La Cámara Minera de Panamá (CAMIPA) celebra que entre el Estado Panameño y la empresa First Quantum Minerals Ltd. operador de la mina Cobre Panamá, se haya alcanzado un acuerdo en las negociaciones para un nuevo contrato, logro que sin duda establece un precedente histórico para el desarrollo futuro del sector minero en nuestro país.
Si bien han concluido las negociaciones, los siguientes pasos del proceso hasta la ratificación en la Asamblea Nacional de Diputados, son también partes muy importantes del proceso, por lo que CAMIPA se mantendrá igual de vigilante, toda vez que es indispensable mantener la consistencia y claridad del mensaje de que en Panamá se respeta el estado de derecho y la seguridad jurídica, factores que propician un ambiente de confianza para la atracción de la inversión extranjera de este y cualquier otro sector económico.
Los múltiples ejemplos de contribución positiva generados tanto a nivel de la zona donde opera la mina Cobre Panamá como a nivel nacional durante los poco más de dos años de operación de esta, han demostrado que la gran minería tendrá un rol muy importante en el desarrollo sostenible e inclusivo del país, aportando significativamente a este desarrollo en sus dimensiones económicas, sociales y ambientales.
Por lo tanto, el logro de este acuerdo ha sido un gran paso que debe potenciar la contribución al desarrollo sostenible del país por parte del sector minero, pero hay otros muy importantes como la aprobación e impulso de los proyectos de Cerro Quema y Mina Santa Rosa, ambos en áreas deprimidas del interior de la república.
En estas zonas rurales de la geografía nacional donde el estado hasta ahora no ha podido generar las condiciones para la mejora económica, social y de manejo/conservación de la biodiversidad ambiental, es necesario impulsar estos proyectos que generan los recursos y medios requeridos para evitar la degradación que se presenta en todos estos ámbitos como consecuencia de la situación de pobreza y falta de acceso a empleo, educación, salud, vías de comunicación y muchas otras carencias de la población.
Por tanto, es imprescindible acelerar la tarea pendiente de la adecuada contraparte Institucional del Estado. Esta debe garantizar que los recursos producidos por el sector minero lleguen de manera transparente a beneficiar las comunidades y la población en general. Además, debe contar con las capacidades necesarias para supervisar adecuadamente el sector minero, articular esfuerzos de todas las agencias gubernamentales que tienen que ver con el sector, y a su vez garantizar y facilitar que se mejore siempre su aporte al desarrollo sostenible.
Para beneficio de las presentes y futuras generaciones, es muy importante que la política minera del país, el marco legal y la institucionalidad del sector minero, sean modernizados bajo la visión de que el sector asuma y promueva las mejores prácticas y estándares; reduciendo sus riesgos y potenciando sus beneficios para aprovechar de manera eficiente, responsable e inclusiva las grandes reservas minerales que tiene Panamá. En esta tarea ya venimos trabajando en conjunto con el Gobierno, actores de sectores diversos, y con el apoyo y guía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
